Canon 200D: deja tu smartphone y descubre el mundo réflex
Es curioso constatar como la evolución del mercado de la fotografía digital y la irrupción del smartphone han puesto el mercado patas arriba y han obligado a los fabricantes de cámaras a pensar de qué manera podría ser posible captar a nuevos usuarios.
En este caso, el de la nueva Canon EOS 200D, el modelo con que Canon introduce un nuevo modelo del llamado ‘entry level’ (el de los iniciados a la fotografía, los que se compran su primera réflex). La cámara es una evolución (ya ha tenido varios nombres) de la 300D que apareció hace ya unos 15 años, y que tantas alegrías ha ido dando, año a año, a la cuenta de resultados de la marca japonesa, que se ha hinchado a vender estas cámaras básicas, estupendas y fáciles de usar para el que empieza a adentrarse al apasionante mundo de la fotografía.
La diferencia es que ahora el usuario inicial llega con una curiosidad diferente. Si antes lo hacía desde una cámara compacta, ahora el que llega lo suele hacer desde el smartphone, y eso condiciona no solo el marketing, sino a toda la cámara en sí. Se crea, directamente, pensando en que hay usuarios criados en el smartphone y por ello se le ofrecen funciones enfocadas a dar ese salto de nivel en sus fotografías. Pero vayamos paso a paso.
La Canon EOS 200D sorprende a primera vista por su aspecto, dado que viene en tres colores: negra, blanca (con la empuñadura gris) y plateada (con la empuñadura en color piel).
Es, pues, una réflex fashion, muy ligera y con total conectividad (bluetooth, NFC y Wi-Fi). Tiene pantalla táctil y, para los amantes de los selfies (ahí se va entendiendo que es una cámara pensada para este tipo de nuevos usuarios procedentes del smartphone), tenemos no solo la pantalla abatible y reversible sino también un Modo Selfie, en el que la cámara autoajusta los parámetros sabiendo que nos disparamos a nosotros mismos (el enfoque persigue nuestra cámara, nos pregunta si queremos, o no, el fondo desenfocado, e incluso nos da la posibilidad de apretar el disparador desde la pantalla táctil, haciéndolo todo un poco más sencillo).
De formato APS-C, tiene un sensor CMOS que da hasta 24,2 megapíxeles, y graba video en full HD 1920×1080 a 50 fps. Una calidad más que suficiente para subir imágenes a la red. Dispara hasta cinco imágenes por segundo (nada mal tratándose de una réflex en este segmento), y su sistema de enfoque es de nueve puntos, con el punto central en cruz.
La sorpresa en esta cámara llega cuando se sabe que dispone del mismo sensor y procesador que una cámara por encima de su rango, la 800D. Eso hace que los resultados con poca luz sean fantásticos (siempre, quede claro, teniendo en cuenta el escalón en que Canon la sitúa), y ofreciendo muy poco ruido a cifras ISO bastante altas (6400), con un rango de 100 a 25600.
Con todo ello, no hay duda de que Canon ha apostado por tratar de seducir al mundo smartphone con esta cámara. No solo por su aspecto, sino por funciones y calidad. El menú simplificado de su pantalla táctil está muy pensado para irle enseñando al usuario la lógica de lo que está haciendo. La EOS 200D será sin duda una de las súper ventas de las fiestas navideñas).
