Sony abrió en 2010 un campo muy interesante en el sector de la fotografía réflex al desarrollar la tecnología del llamado espejo translúcido (su sistema SLT) en cámaras de montura A (es decir, la montura de las réflex Minolta de toda la vida).
Hace ya cuatro años de la salida al mercado de la fantástica Alpha 99 (para profesionales), tres de la Alpha 58 (para el nivel inicial) y dos de la gama alta A77II (para el sector de usuarios avanzados que Sony llama los hobbyists), y ésta última incluía ya la tecnología de enfoque rápido 4DFocus.
En los últimos meses, ante la falta de novedades sobre nuevos modelos de cámaras Alpha se había especulado si Sony, volcada en los sucesivos y exitosos desarrollos de sus maravillosas Alpha 7, habría decidido retirarse del campo de las SLT.
Pues no. Hace pocos meses anunciaba la salida al mercado de un nuevo modelo orientado precisamente a esa gran clase media de la fotografía réflex, la de esos usuarios a los que se le queda ya corta una cámara del entry level y buscan avanzar en calidad, prestaciones, rapidez y un gran sensor a precios asequibles.
Y ahí es donde entra esta fantástica Alpha 68, cámara con un sensor APS-C de 24,2 megapíxeles y un procesador BIONZX que ya está disponible en Visanta y cuya relación calidad precio es sinceramente estupenda.
La nueva Alpha 68 incorpora lo mejor de la tecnología de 79 puntos de enfoque 4d con que sorprendió la A77II. Durante unos meses (hasta la llegada del monstruo de la Nikon D5, que tiene 155) era la cámara con más puntos de enfoque del mercado. Sigue siendo un gran mérito, puesto que la Alpha 68 va dirigida a un público general y cuesta unas 10 veces menos que la D5.
La Alpha 68 dispone de un enfoque super rápido (sensor PDAF) y además intuitivo para objetos en movimiento. Dispara hasta 8 fps en modo continuo, y tiene tanto un diseño como un grip (el agarre a tu mano) muy pro, algo no habitual en cámaras de este segmento de precios. En su presentación, Sony no se cortó un pelo a la hora de comparar las prestaciones de esta Alpha 68, especialmente sus 79 puntos de enfoque, con las competidoras en este mismo segmento de otras marcas, como la Nikon D5500 (39 puntos de enfoque y 5fps) o la Canon 750D (19 puntos de enfoque y 5fps).
Sony, además, presume de nuevo de sensor (hay que recordar que fabrica para otras marcas, hasta el punto de tener más del 50% de la cuota de mercado) y afirma que trabaja el doble de mejor que sus competidoras en condiciones de baja luminosidad (llega hasta los 25600 ISO). La Alpha 68 incorpora también sistema de estabilización interna para las lentes de montura A, algo que ayudará a que no tiemblen aquellas fotos que haces con poca luz.
Con un buen visor electrónico OLED, tiene pantalla LCD reclinable. Respecto al vídeo, graba a Full HD XAVC a 50 megapíxels y con autofoco continuo gracias al espejo translúcido con que trabaja. Y tiene (algo importante si te gusta hacer vídeos) entrada para micrófono y control del sonido.
En definitiva, que hay chica nueva en la oficina, una cámara que entra con fuerza en un segmento donde las marcas se juegan las grandes cifras de ventas y que, por precio y prestaciones, se convierte en una opción más que recomendable, muy especialmente si eres aficionado o aficionada a la fotografía de deportes.