Elegir una primera cámara no es nada fácil, y lo sabemos. Por eso, en esta entrada vamos a analizar una de las réflex de iniciación más populares del mercado por su gran relación calidad/precio. Vamos a analizar la Nikon D3200 con el objetivo 18-55 VR.
Dentro de la gran cantidad de cámaras reflex que nos ofrecen los fabricantes, nos vamos a decantar por la cámara de la familia Nikon por algunos motivos que la hacen especial con respecto a su competidora más directa.
De inicio, partimos de un sensor con una resolución de 24 mpx, de formato APS-C. Es uno de los sensores con más resolución que podemos encontrar en cámaras reflex DSLR, estando en la parte superior de la tabla al ser sólo superado por cámaras del nivel de la D810 o la novísima 5Ds o 5Dr. ¿Crees que tu no necesitas tantos megapixels? Puede que estés en lo cierto, pero con esa resolución siempre podrás recortar las fotografías si te has visto demasiado alejado del motivo a fotografiar o si quieres reencuadrar para eliminar elementos de la composición. Es un punto a tener en cuenta ya que nos ofrece soluciones a problemas comunes.
Pero este sensor no podría hacer nada sin un buen sistema de enfoque que nos ayude a obtener enfoques rápidos y precisos, y en esta cámara contamos con hasta 11 puntos de enfoque distribuidos por la mayor parte del encuadre para evitar perder el foco al trabajar.
También nos ayudará en nuestro trabajo el poder contar con hasta 4 fotografías por segundo en el modo ráfaga. Si bien no es el mayor valor que podemos encontrar en las reflex, si se encuentra en la mitad superior de la tabla. ¡Recordemos que se trata de una cámara de iniciación!
Y mientras otras cámaras, que están en el mismo sector, no llegan a los 500.000 pixels en la pantalla, nuestra nikon D3200 llega hasta los 921.000, repartidos en una pantalla de 3”. Si bien peca un poco en su balance cromático al mostrarnos los tonos un poco más azulados de cómo son realmente captados por la cámara, su resolución es más que sobresaliente y podremos apreciar el nivel de detalle que ofrece el sensor de 24 mpx.
Todo esto se encuentra embutido en un cuerpo que tan solo pesa 505 gramos y que presenta un acabado sencillo, pero con una distribución de botones bastante cómoda para el común de los mortales. Sus dimensiones la convierten también en la cámara más compacta dentro del catálogo de cámaras reflex de Nikon, con unas medidas de 125*96*76.5. En este punto, sin embargo, te recomiendo que si tienes ocasión te acerques a cualquiera de nuestras tiendas para poder tener en tus manos la cámara y ver cómo te sientes con ella, pues es muy importante la comodidad con el equipo.
¿Y cómo se comporta la cámara en condiciones de poca luz? Pues el sensor nos ofrece un valor nominal máximo de ISO 6400, sin embargo, ofrece valores forzados hasta 12800. Según las pruebas que hemos podido realizar, no se aprecia un grano excesivo ni ruido cromático hasta encontrarnos trabajando en ISO 4000, lo que nos da una amplia capacidad de juego en escenarios de poca luminosidad.
Sorprende bastante lo rápido y silencioso que es el objetivo, además de la escasa distancia de enfoque que necesita para trabajar con precisión. ¡Esta fotografía fue tomada a menos de 5 centímetros de la planta!
*Para este análisis se ha utilizado, además de la D3200 y el 18-55 VR, un filtro UV ultrapix de protección, un filtro ND8 ultrapix y un trípode Vanguard Mak S.
