La compra de unos prismáticos no suele producirse por impulso. Uno sabe que al adquirir unos binoculares, está llevándose un utensilio que le acompañará durante muchas horas en los próximos años. Eso implica que uno se tome su tiempo, valore cuál es su preferencia, el precio, el alcance, peso y calidad de las lentes que le gustaría tener.
Y en medio de toda esta valoración, siempre aparece la variable, o el deseo, de que sean unos prismáticos Leica. Porque la marca alemana, famosa por ser parte de la historia de la fotografía, es ante todo una marca reverenciada en lo que a la fabricación de elementos ópticos se refiere, desde prismáticos a lentes monoculares, pero también telescopios, proyectores, microscopios, etc.
Si eres un aficionado a la observación de la naturaleza, si tu pasión es observar aves o cualquier otro tipo de animales, sabes que la experiencia mejora en tanto la calidad de los prismáticos que estés utilizando. En este sentido, la compra de un prismático se valora en términos de inversión, y que unos Leica van a acompañarte durante toda la vida, por la calidad de las lentes y por que se trata de un producto óptico, no tecnológico, sin firmware que actualizar o elementos electrónicos que pueden quedar desfasados en pocos años. Si los prismáticos son buenos, y si además son resistentes, bien construidos, sellados y con los materiales adecuados… se convierten en un producto casi eterno.
Modelos como los Trinovid tienen en su composición elementos patentados que los hacen únicos, como el revestimiento de las lentes, el uso del teflón en los mecanismos de enfoque y el hecho de que son a prueba de agua, resistentes a todo tipo de situaciones adversas.
Los Leica, además, juegan en otra liga. La revista Outdoor Magazine consideró en un reciente test que Leica no tiene rival: «Imposible de mejorar – Los Leica dominan a los competidores en casi todas las categorías…». En su promoción, Leica argumenta que diseña sus binoculares siempre atendiendo las demandas y preferencias de sus usuarios, y que esa necesidad de tenerles en cuenta hace “que siempre superemos sus expectativas”. Por ejemplo, en el caso de los Trinovid, tienen una funda de neopreno (llamada Adventure Strap) que actúa a la vez de bolso y puede llevarse alrededor del cuello y pegado al pecho, para su protección y a la vez fácil acceso.
Recuerda, por último, que la clasificación de los prismáticos (siempre se miden con dos números y una X en medio) se basa en el nivel de ampliación de imagen y el diámetro del objetivo. Así, por ejemplo, unos Trinovid 10 x 32 significa que los binoculares permiten hasta 10 aumentos (la magnificación) y que el diámetro de su lente frontal es de 32 mm.