En esta segunda entrada, vamos a pasar revista a un tipo de iluminación que se ha ido abriendo camino poco a poco hasta llegar al sector profesional y de consumo, gracias a los avances que ha experimentado. Hablamos de la iluminación LED.
Actualmente es posible ya trabajar con fuentes de iluminación LED. Hace unos años, nadie se planteaba trabajar con este tipo de fuentes de iluminación puesto que el perfil IRC (Índice de Reproducción Cromática) era de todo menos correcto. Por suerte, en la actualidad esa situación ha cambiado mucho y este hecho, junto a la bajada de precios en este tipo de artículos, los ha hecho bastante populares por varios motivos.
En primer lugar, son fuentes de iluminación que consumen muy muy poca energía. Por esto es ideal para utilizar con baterías o en entornos domésticos, donde la potencia eléctrica contratada suele ser escasa para trabajos de envergadura. Depende del tipo de foco, llevará un tipo de batería u otro, pero lo normal es que utilicen baterías del tipo NP-F970 o NP-F770. Este tipo de baterías suelen ser bastante fáciles de encontrar y no son especialmente pesadas o voluminosas.
Otro de sus grandes puntos fuertes es que, al contrario que la luz halógena que veíamos antes, es iluminación fría, no desprende calor. Podemos, sin problema, posar la mano encima durante horas que no sentiremos más que un leve calor. Esto es especialmente útil al realizar entrevistas o trabajar en entornos cerrados, puesto que al no producir calor evitaremos que el entrevistado comience a sudar y tengamos que estar a cada toma aplicándole polvos para matar los brillos.
Cabe destacar que la mayor parte de los focos de iluminación LED que se pueden encontrar en el mercado actualmente poseen una iluminación difusa, es decir, no puntual. Esto es especialmente útil para iluminar ambientes, entrevistas y situaciones de similares características.
Además de ser iluminación fría por no desprender calor, también lo es por la temperatura de color en la que suelen trabajar. Lo normal es que vengan regulados a 5600º(es decir, la temperatura de color aproximada que encontramos en la calle durante el día).
Hay modelos nuevos que están incluyendo la posibilidad de regular también la temperatura de color, pues trae en líneas alternas diodos LED en 3200º y en 5600º. Esta opción, si bien es más versátil, suele tener como contrapunto que tiene una potencia absoluta menor, al no poder tener todos los diodos LED encendidos de manera simultánea.
En resumen, si necesita una fuente de luz controlada, difusa y fria, los LEDs ahora mismo son la principal opción económica a tener en cuenta. Los hay de casi todos los tamaños, solo tienes que preguntar.
Imagen de Alby Martín